con melodía elocuente
de lágrimas no derramadas
nuestra casa
permanece limpia
la mujer
tiembla una ovación silenciosa
te convida su madera
tu lengua raspa
hasta expandir el invierno
y el simple foco
clarea
de lágrimas no derramadas
nuestra casa
permanece limpia
la mujer
tiembla una ovación silenciosa
te convida su madera
tu lengua raspa
hasta expandir el invierno
y el simple foco
clarea
marina, me gustó tu poema por la simpleza que deja traslucir tanto significado, y sin embargo hay belleza en esa desnudez. sigue así.
ResponderEliminarHola MArina, so Pedroi el extremeño. Pues estabamos miradno poesia en la Red, Raul y yo, y acabamos en tu blog, El primer parrafo lo escribe Raul sobre este poema tuyo.
Ya me diras
beso